Mientras el administrador general de Edesur Dominicana menciona el calor como la causa principal de las averías e interrupciones eléctricas de estos días, la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) las atribuye a problemas de distribución y transmisión.
Manuel Cabral, presidente de la ADIE, reiteró hoy que no existen problemas en la generación de electricidad. “La falta de suministro de energía está relacionada con aspectos de distribución y transmisión”, insistió.
Por otro lado, el administrador de Edesur, Milton Morrison, se inclina hacia el factor climático. “El calor es la causa principal de las averías e interrupciones eléctricas que han ocurrido en los últimos días. Este calor provoca un aumento en las facturas eléctricas de los clientes, ya que los electrodomésticos trabajan más. La solución está en utilizar eficientemente la energía para cuidar nuestros bolsillos”, expresó en un tuit.
Morrison reconoció en una reciente entrevista con Diario Libre que la actual administración perremeísta no ha podido invertir ni la mitad de lo que se invertía en proyectos para el sector eléctrico en gobiernos anteriores. “Hemos estado gestionando una crisis con escasez de recursos”, agregó.
La desesperación en Gascue Mientras se debaten las razones, en sectores como Gascue, los cortes de energía están afectando la vida diaria de los residentes que son clientes de la distribuidora Edeeste.
“No nos dejan ni dormir. Es inhumano lo que estamos viviendo aquí. Los sábados y domingos, los únicos días que tenemos para descansar, los pasamos a oscuras”, lamenta Juana Pérez, residente en la calle Josefa Perdomo de Gascue.
Los residentes denuncian que experimentan entre 15 y 20 horas de apagones durante la semana y que los sábados duran al menos 10 horas.
“Los sábados eso es una constante y a veces incluso se extiende hasta los domingos. Desde las 9 de la mañana hasta las 5 o 5:30 de la tarde estamos en la oscuridad”, comenta Iris Santana a Diario Libre.
La ama de casa se queja de que, debido a los apagones, las plantas eléctricas de las clínicas y negocios cercanos permanecen encendidas durante horas, contaminando el ambiente con su ruido y humo.
Una combinación desesperante Apagones, calor y averías.
Otra residente de Gascue menciona que lo más difícil es resistir las altas temperaturas de la temporada. “Ya no sabemos a quién llamar ni a quién preguntar, porque siempre recibimos la misma respuesta: que hay una avería. Pagamos nuestra factura de electricidad religiosamente, de lo contrario nos la cortan, pero nos brindan un servicio pésimo”, se queja.
