La crisis entre los empleados del Metro de Santo Domingo y la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) continúa intensificándose, con un paro que ya lleva dos días consecutivos por parte de unos 70 operarios. A su vez, la Opret ha cancelado a un grupo de 16 personas, incluyendo al vocero de la protesta, Luis Miguel Peña Custodio, quien era conductor de tren, alegando razones de conveniencia en el servicio.
Entre los cancelados se encuentran operadores de estación, conductores y agentes de explotación. Mientras tanto, los empleados en paro esperan que la Opret ceda ante la presión, ya que las condiciones laborales se han vuelto más precarias, con jornadas de descanso reducidas, restricciones en los períodos de vacaciones y cambios de turnos según la conveniencia de la Opret.
Las demandas de los empleados del Metro incluyen el pago de retroactivos y compensaciones para aquellos que han sido desvinculados de la institución. Expertos en transporte masivo advierten sobre los riesgos de sustituir a empleados experimentados, contratados desde 2008 y entrenados por Metro Madrid, por un grupo de nuevos empleados que están siendo capacitados en un periodo de tres meses.
La situación ha generado preocupaciones sobre la calidad y seguridad del servicio del Metro de Santo Domingo. Los problemas existentes, como largos turnos de trabajo, deterioro de las instalaciones y pagos de horas nocturnas, vienen desde administraciones anteriores. La Opret ha mantenido su posición de garantizar el servicio de transporte en el horario habitual a pesar de la situación interna en la institución.
