Este lunes falleció a los 70 años Paul Reubens, el reconocido actor que alcanzó la fama mundial por su interpretación del personaje Pee-wee Herman en la película “La Gran Aventura de Pee-wee”. La noticia fue confirmada a través de las redes sociales de Reubens, donde también se reveló que había estado luchando contra el cáncer durante varios años, lo que lo llevó a apartarse de los medios de comunicación desde 2016, aunque regresó para interpretar a su entrañable personaje en un especial de Navidad.
En una emotiva publicación compartida por el equipo de redes sociales de Paul, se expresó: “Anoche nos despedimos de Paul Reubens, un actor, cómico, guionista y productor estadounidense icónico, cuyo querido personaje Pee-wee Herman deleitó a generaciones de niños y adultos con su positividad, carisma y creencia en la importancia de la bondad. Paul enfrentó valientemente y en privado la batalla contra el cáncer durante años, mostrando su tenacidad y agudeza característica. Como un talentoso y prolífico artista, vivirá para siempre en el panteón de la comedia y en nuestros corazones como un entrañable amigo y un hombre de notables virtudes y generosidad de espíritu”.
En la misma publicación, se compartió un último mensaje que Paul Reubens habría enviado a sus seguidores como una disculpa por su ausencia en los últimos años.
“Quiero pedir disculpas por no haber compartido abiertamente lo que he estado enfrentando en los últimos seis años. Siempre he sentido un profundo amor y respeto por mis amigos, fans y seguidores. Los he apreciado enormemente y he disfrutado creando arte para todos ustedes”.
Nacido el 27 de agosto de 1952 en Nueva York, Reubens inició su carrera como actor en la década de 1970 como miembro del grupo de comedia Groundlings, donde se destacó por sus actuaciones improvisadas. Fue en 1980 cuando presentó por primera vez ante el público a su icónico personaje, Pee-wee Herman, y desde sus espectáculos teatrales en el Roxy Theatre de West Hollywood, logró conquistar los corazones de personas de todas las edades.
El impacto de Pee-wee fue tal que llegó hasta HBO, donde debutó en 1981 dentro del programa On Location. Paul se dio cuenta que el personaje del traje gris, cabello relamido, corbatín rojo e ingenuidad ilimitada, lo había llevado al éxito total, por lo que por un tiempo por se dedicó por completo a Pee-wee, presentándose en entrevistas y fuera del set como Pee-wee Herman.
La película de La Gran Aventura de Pee-wee a cargo de nada menos que Tim Burton llegó en el año de 1985, y aunque recibió críticas mixtas, terminó por convertirse en una cinta de culto, y el personaje de Pee-wee en un referente cultural.
Después de protagonizar tres películas de Pee-wee Herman en 1985, 1988 y 2016, y su famosa serie “Pee-wee’s Playhouse” entre 1986 y 1991, Paul Reubens decidió retirar temporalmente al personaje debido a la mala recepción de la segunda película.
Sin embargo, Reubens continuó explorando diferentes roles en la industria cinematográfica. Su cercana relación con Tim Burton le permitió obtener papeles más pequeños en películas como “Batman Returns”, donde interpretó a Tucker Cobblepot, el padre de Oswald Cobblepot (El Pingüino), y en “El Extraño Mundo de Jack”, como Lock, uno de los secuaces de Oogie-Boogie.
Uno de sus papeles más memorables fue en 1992, en la película “Matilda”, donde interpretó a uno de los agentes que intenta arrestar al padre de la talentosa niña por fraude. En tiempos más recientes, Paul volvió a interpretar al padre del Pingüino, ahora con el nombre de Elijah Van Dahl, en la serie “Gotham”.
Siendo uno de los personajes infantiles más reconocidos de su época, Reubens también se enfrentó a la polémica. En 1991, poco después de la cancelación de su programa, fue arrestado por exhibicionismo en un cine para adultos en Sarasota, Florida. A pesar de esto, el público lo apoyó incondicionalmente. Sin embargo, la controversia volvió a surgir en 2022 cuando fue acusado de poseer material sexual relacionado con menores de edad. Los cargos fueron retirados en 2004 y, un año después, en una entrevista con la NBC, Paul se defendió enfáticamente:
“Quiero dejar algo muy claro: no me excitan las imágenes de niños. Eso no es quien soy. Pueden decir muchas cosas sobre mí y pueden pensar lo que quieran. Pueden considerarme raro o loco, lo que sea. Pero lo que no quiero que piensen de mí es que soy un pedófilo, porque eso no es verdad”.
