La selva amazónica, dos veces más grande que India y abarcando ocho países y un territorio francés, es esencial para el clima y alberga el 20% de las reservas de agua dulce del mundo y una impresionante biodiversidad de 16,000 especies de árboles. Sin embargo, ha sido históricamente vista como una zona para colonización y explotación sin considerar la sostenibilidad ni los derechos de los pueblos indígenas que la habitan.
En la Cumbre Amazónica de dos días en Belém, Brasil, los gobiernos buscarán colaborar y abordar los desafíos de proteger este recurso vital y detener el cambio climático. La extracción de recursos, violaciones de derechos humanos y delitos ambientales deben frenarse mediante una acción conjunta entre fronteras.
La protección de la Amazonía es crucial para enfrentar la crisis climática, y esta cumbre ofrece una oportunidad para que los líderes aborden la problemática de manera unificada y sostenible. La colaboración entre los países amazónicos será fundamental para garantizar la preservación de este valioso ecosistema para las generaciones futuras.