Este jueves 10 de agosto, mientras Ecuador conmemora el 214 aniversario de su independencia, el país se encuentra en un estado de luto debido al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. El dirigente del Partido Movimiento Concertación fue abatido a tiros en Quito mientras salía de un evento político, resultando varias personas heridas en el proceso.
Este día, históricamente significativo, recuerda la “revolución quiteña” de 1809, un evento clave en el proceso de independencia de Ecuador. En ese entonces, el presidente de la Real Audiencia de Quito, Manuel Urriés Conde Ruiz de Castilla, fue destituido, y una Junta Soberana de Gobierno, encabezada por Juan Pío Montúfar como presidente y José Cuero y Caicedo como vicepresidente, asumió el control.
En respuesta a esta acción, las autoridades españolas movilizaron tropas desde distintas regiones con el objetivo de sofocar la rebelión. Aunque la revuelta fue aplacada, el pueblo de Quito intentó liberar a los patriotas encarcelados en el Cuartel Real de Lima (actual Museo de Cera), un evento que culminó en la tragedia de la masacre de los líderes independentistas el 2 de agosto de 1810. Esta masacre involucró a diversos estratos sociales, no solo a los habitantes urbanos de Quito, sino también a los grupos de las periferias.
En este contexto, mientras Ecuador conmemora esta fecha histórica, el país también llora la pérdida de Fernando Villavicencio, cuyo asesinato ha generado temor e incertidumbre en la nación. La tragedia subraya la importancia de recordar tanto los hitos de la independencia como los desafíos actuales que enfrenta Ecuador.