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India logra un hito histórico al convertirse en el cuarto país en alcanzar la Luna

La misión lunar llamada Chandrayaan-3, que lleva un nombre evocador de leyendas y tradiciones antiguas, tiene como objetivo no solo alunizar en la Luna, sino también recopilar datos esenciales sobre la composición mineral del satélite, la existencia de agua y la actividad sísmica.

Estos datos tienen aplicaciones muy amplias: desde ayudar a la humanidad a entender mejor el origen de la Luna hasta preparar el terreno para futuras misiones tripuladas.El módulo de aterrizaje Vikram está equipado con una serie de instrumentos de vanguardia diseñados para funcionar en las condiciones extremas de la superficie lunar. Su sistema de navegación y su capacidad para maniobrar son el resultado de años de investigación y pruebas.Este era el segundo intento de aterrizaje de la India. En 2019, el módulo de aterrizaje de la misión Chandrayaan-2 se estrelló durante su intento de descenso en la Luna.El complicado descenso de Chandrayaan-3 en la Luna El pasado fin de semana, el mundo observó con decepción cómo la misión rusa, también cargada de esperanzas y expectativas, tuvo un desenlace inesperado. Tras enfrentar problemas técnicos en las últimas etapas de su descenso, el módulo de aterrizaje ruso no pudo posarse con éxito, uniéndose a la lista de misiones que han enfrentado desafíos similares en el pasado.Este revés nos recuerda de manera cruda pero necesaria que la exploración espacial sigue siendo una empresa llena de riesgos e incertidumbres. No obstante, es importante destacar que cada fracaso conlleva valiosas lecciones. La comunidad científica internacional, incluida la ISRO, ha examinado de cerca lo que ocurrió con la misión rusa para asegurarse de que se minimicen los riesgos en futuros intentos.Así es como India llevó a cabo su procedimiento. El 14 de julio, lanzó con éxito Chandrayaan-3, que entró en órbita lunar el 5 de agosto. Luego, mediante una ignición posterior de su motor, la nave ajustó su trayectoria adoptando una órbita más estrecha. Después, el módulo de aterrizaje Vikram se separó del módulo principal de propulsión.El pasado fin de semana, Vikram ajustó su curso y quedó en una órbita elíptica que lo llevó a tan solo 25 kilómetros sobre la superficie lunar. Esto permitirá que el módulo realice un descenso propulsado mediante motores de hidracina.A medida que comienza el descenso, la nave cambia de posición horizontal a vertical, orientándose hacia su punto de aterrizaje en la cara visible de la Luna. Durante este proceso, un sistema de cámaras evaluará el terreno para identificar posibles obstáculos, como rocas o cráteres, y enviará esta información al sistema de navegación autónomo de Vikram.

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