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El desafiante camino de aumentar las pensiones en República Dominicana en un contexto de envejecimiento de la población

Cuando un individuo se jubila en la República Dominicana, recibirá una tasa de reemplazo promedio del 30%. En comparación, en España, esta tasa es de alrededor del 80%, superando la media de la Unión Europea. A pesar de las diferencias entre los sistemas de pensiones en ambos países, el objetivo es el mismo: garantizar una pensión adecuada al jubilarse.

La tasa de reemplazo se refiere al porcentaje que representa la pensión mensual en relación con el salario estimado en el momento de la jubilación. Es esencialmente lo que un jubilado recibirá en función de su último salario.

Aunque el diseño original del sistema de pensiones en la República Dominicana se acercaba al 40%, la tasa de reemplazo real depende de las cotizaciones realizadas por el trabajador: con 20 años de cotización, es del 31%, y con 30 años, del 48%.

Manuel Lozano, un consultor en previsión social con experiencia en la seguridad social dominicana, calcula estas tasas. Para lograr una pensión más sustancial, se requeriría aumentar las tasas de aporte.

Un ejemplo es una trabajadora de 30 años que ha acumulado 181,934.61 pesos en su cuenta de capitalización individual. Si se retira a los 60 años en 2053, según una calculadora de pensiones de la Superintendencia de Pensiones, recibiría una pensión mensual de 20,580.51 pesos, con una tasa de reemplazo del 39.54%.

En España, la tasa de reemplazo promedio es alrededor del 80%, con un aporte mensual a la Seguridad Social del 4.8% por parte del trabajador y del 24.1% por parte del empleador.

Para mejorar la tasa de reemplazo en la República Dominicana, se han propuesto soluciones como cotizar por el salario real, fortalecer las instituciones para prevenir el fraude a la seguridad social, ajustar la edad de jubilación para los más jóvenes (de 60 a 65 años) y adaptar las tablas de mortalidad a la realidad del país. Sin embargo, estas propuestas aún no han avanzado más allá de la discusión.

El desafío principal en la República Dominicana, al igual que en otros países de la región, es el envejecimiento de la población. A medida que la esperanza de vida aumenta, se requieren ajustes graduales y automáticos en la edad de jubilación, adaptados a la esperanza de vida calculada por las autoridades. Además, aumentar progresivamente las tasas de aporte en los próximos años podría tener un impacto significativo en el aumento de la tasa de reemplazo.

Gina Riaño Barón, secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, aboga por incorporar a más trabajadores informales en el sistema formal de seguridad social y flexibilizar los requisitos de afiliación para fomentar la cobertura. También destaca la importancia de promover una cultura de previsión, especialmente entre los jóvenes, que a menudo subestiman la importancia de ahorrar para la jubilación.

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