Un momento tenso ocurrió en un pasillo del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva esta tarde, cuando estalló la batería de un cigarrillo electrónico (vape) que se encontraba en el bolsillo de uno de los imputados en el caso Antipulpo.
El imputado salió del salón de audiencia del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional durante un receso, extrajo rápidamente el vape y lo arrojó al suelo, provocando un incendio inmediato.
Las personas en el pasillo comenzaron a correr, creyendo que había sido un cartucho lanzado por un agente penitenciario. Una mujer que se acercó al objeto fue advertida por un agente para que no lo tomara, ya que explotó al instante.
El imputado, propietario del vape, sufrió quemaduras en el pantalón y la chaqueta, así como en el dedo pulgar y parte de la mano.
Las baterías de cigarrillos electrónicos, al igual que las de teléfonos móviles, están compuestas por diversas capas de materiales capaces de almacenar energía eléctrica. Estas capas están separadas por láminas aislantes que previenen el contacto entre ánodos y cátodos, generando así energía química al ensamblar capas de carga opuestas. Esta diferencia de potencial crea el voltaje necesario para alimentar dispositivos electrónicos.
