El presidente de la República, Luis Abinader, expresó su aprobación hacia la disposición del presidente salvadoreño Nayib Bukele de colaborar en la solución de la grave crisis de violencia que afecta a Haití. Durante su participación en LA Semanal con la Prensa, un encuentro semanal que se celebra en el Palacio Nacional, Abinader manifestó su deseo de que Bukele pueda formar parte de los esfuerzos para pacificar Haití, considerando que su intervención podría ser muy beneficiosa.
La disposición de Nayib Bukele se centra en la posibilidad de “aniquilar” a las bandas delictivas haitianas, siempre y cuando cuente con el respaldo de las autoridades haitianas y de la ONU, además de contar con el financiamiento necesario para llevar a cabo la misión. Esta propuesta ha generado interés en diversos sectores, incluido el gobierno dominicano, que ve con buenos ojos cualquier iniciativa que contribuya a restablecer la paz en Haití.
En cuanto a la situación de la embajada dominicana en Haití y el servicio diplomático en general, Abinader mencionó que se mantienen en constante comunicación con el embajador dominicano en Haití, Faruk Miguel Castillo, quien ha demostrado valentía y compromiso en medio de las dificultades. Se enfatizó la disposición del gobierno dominicano para brindar facilidades a los ciudadanos dominicanos y al personal diplomático que necesite salir de Haití debido a la situación de violencia.
El presidente Abinader también se refirió a la necesidad de apoyo internacional para abordar la crisis en Haití, recordando los llamados que ha realizado en diversas instancias, como las Naciones Unidas, para que la comunidad internacional preste atención a la situación en ese país. Destacó que las circunstancias actuales confirman la gravedad de la situación, subrayando la importancia de tomar medidas concretas para proteger la estabilidad regional y la seguridad de la República Dominicana.
En el ámbito de la migración haitiana, Abinader mencionó que se están implementando acciones para gestionar este fenómeno de manera ordenada y respetuosa, recordando las deportaciones y salidas voluntarias de haitianos del país durante el último año. Esta postura reafirma el compromiso del gobierno dominicano de abordar tanto la situación interna de Haití como sus implicaciones externas, como la migración y la seguridad regional.
