El diputado Sergio Moya, conocido como “Gory”, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien fue el más votado en la circunscripción dos del Distrito Nacional con 17,782 votos, ha mostrado un bajo desempeño legislativo en la Cámara Baja, con numerosas ausencias y sin proponer ningún proyecto de ley. A pesar de estar vinculado al caso Calamar, una investigación sobre presunta corrupción liderada por el Ministerio Público, Moya logró su reelección por otros cuatro años en el Congreso.
Según el Sistema de Información Legislativa de la Cámara de Diputados, durante el periodo 2020-2024, Gory se ausentó de 148 de las 351 sesiones legislativas. Su escasa presencia se refleja también en las comisiones de trabajo del Congreso, donde muestra una baja asistencia. A diferencia de la mayoría de los congresistas que pertenecen a al menos cuatro comisiones, Gory solo forma parte de la comisión de Hacienda.
En términos de iniciativas legislativas, Gory no ha registrado ningún proyecto de ley durante el periodo 2020-2024, limitándose a proyectos de resolución para solicitar al Gobierno la construcción de puentes, escuelas, o la instalación de instituciones públicas en el Distrito Nacional. A pesar de su bajo rendimiento, Moya se encamina a completar 12 años en el Congreso, habiendo sido reelegido hasta 2028.
El Ministerio Público lo ha señalado en el caso Calamar, acusándolo de dirigir una red de cobros ilegales y extorsiones a dueños de bancas de lotería. Sin embargo, estas acusaciones aún no se han debatido en tribunales debido a la jurisdicción privilegiada de la que gozan los congresistas.
