Elida Fontana es una ginecóloga que ha utilizado las redes para guiar a las mujeres en el largo camino de conocer su cuerpo, los procesos a los que este es sometido y como entender los cambios que se dan en el mismo.
¿Su objetivo? Buscar la forma de llegar a los pacientes de una forma suave y sencilla, con palabras que se puedan entender sin llegar a lo bruto, a lo poco científico, o a lo inmoral.
Desde que inició su camino en las redes sociales, ha estado consiente de que estas plataformas digitales son un arma de doble filo porque de no darles el uso adecuado, podrían tornarse un tanto caóticas.
Entiende que en ocasiones, estas han sido utilizadas de una forma muy baja. «Nuestra carrera requiere mucha, mucha seriedad, espero que podamos informar sin llegar a lo poco ético. La ética nunca debemos perderla», resaltó.
La doctora Fontana describe las redes como un mundo maravilloso porque permite llegar a personas de todo el mundo sin tener que estar en un consultorio.
A pesar de ser madre de dos, esposa, cristiana y tener una vida social, Elida entiende para que el uso de lo digital sea positivo, debe existir un equilibro.
Expresa que es un trabajo arduo pero que vale la pena poder llegar a tanta gente utilizando sus plataformas.
La también vaginoplasta, indica que crear contenido es un camino largo, que no se debe tomar a la ligera, ya que no se pueden utilizar las redes solo para ofrecer informaciones que no llamen la atención del paciente.
«Tengo que saber jugar con el medio, tengo que saber llamar a la atención del público, pero de una forma respetuosa, hacer que tú me veas, que tú sientas la necesidad de querer aprender algo que yo te estoy enseñando», aseguró.
¿En qué la han ayudado las redes sociales?
Gracias a las redes sociales, Elida Fontana ha logrado uno de sus objetivos, que su entorno la conozca y que las personas sepan cual es su especialidad sin necesidad de ser su paciente.
Además, resaltó que es importante que el público conozca a qué lugares pueden acudir para encontrar datos valiosos.
«Hay personas que no son pacientes míos, nunca han ido a mi consulta, me ven en la calle y me dicen usted es la doctora Fontana, yo la sigo y he aprendido muchísimo con usted. Eso me ha cambiado positivamente, porque ya yo sé que tengo que cuidar mi carrera, tengo que cuidar lo que digo, tengo que incluso cuidar cómo ando en la calle y me ha cambiado positivamente e incluso conocen a mis hijos», relató.
Para Fontana, una de las experiencias mas bonitas en todo este proceso, es sentir la cercanía y confianza de la gente que la sigue.
Recuerda en hace tiempo, el médico era esa persona a la que había que acudir porque no había otro, porque eran médicos contados y aparte de esto, lo que decía el médico, era palabra de dios y el paciente no tenía la oportunidad de hablar con libertad, pero en la actualidad quienes acuden a los consultorios sienten la libertad de hacer preguntas sin temor.
«Los pacientes que a veces lo que necesitan es ser escuchados y el tú escucharlos y hacerles entender que lo que tienen es algo que se puede resolver fácilmente, desde ahí inicia el tratamiento».
Fuente De Ultimo Minuto
