El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha enfrentado una serie de crisis en el país, incluyendo motines en cárceles y actos violentos. En respuesta, Noboa ha decretado el estado de excepción y toque de queda por 60 días. Se ha declarado un “conflicto armado interno”, y las Fuerzas Armadas tienen la orden de neutralizar grupos del crimen organizado identificados como organizaciones terroristas. El presidente ha liderado un consejo de seguridad, pero su aparición pública ha sido limitada, optando por comunicarse a través de redes sociales.
La situación incluye secuestros de guardias penitenciarios y actos violentos en distintas partes del país. El gobierno ha dispuesto protección para los integrantes del Gabinete de Seguridad y sus familias. La medida busca abordar la acción violenta de grupos del crimen organizado que buscan infundir terror en la población.
La decisión de declarar conflicto armado interno refleja la gravedad de la situación y la determinación del gobierno para hacer frente a la violencia desatada en el país. La comunidad internacional estará atenta al desarrollo de los eventos y las medidas que se tomen para restaurar el orden y la seguridad en Ecuador.
