El jueves pasado, la Embajada de Estados Unidos en Haití emitió un comunicado instando a sus ciudadanos a “hacer planes para abandonar Haití lo antes posible” a través de medios comerciales. Esta recomendación se produce en medio de la creciente violencia y los recientes enfrentamientos armados entre pandillas y la Policía en Puerto Príncipe.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha elevado el nivel de advertencia para los viajes a Haití al más alto, “No viajar”, debido a los disturbios y la elevada amenaza de delitos violentos y secuestros que han afectado a ciudadanos estadounidenses en la región. La situación es especialmente preocupante en los barrios de Vivy Michel, Tabarre, Torcel, Tapage y Trutier.
Como medida de precaución, el personal de la misión diplomática estadounidense en Haití ha sido restringido a los recintos de la embajada hasta nuevo aviso, debido a los intensos disparos registrados en las cercanías del recinto.
Haití ha sido testigo de una violencia extrema en los últimos tiempos, con bandas armadas controlando grandes áreas de Puerto Príncipe y sus alrededores. Las masacres, violaciones, secuestros y quema de viviendas se han vuelto rutinarias en el país, sumido en una profunda crisis en todos los órdenes. La población se enfrenta a inseguridad alimentaria, y más de la mitad de sus aproximadamente 11 millones de habitantes vive en la pobreza.
La situación en Haití es extremadamente preocupante y las autoridades estadounidenses están instando a sus ciudadanos a salir del país para garantizar su seguridad. La violencia y la inestabilidad han llevado a un ambiente de miedo y terror en muchas áreas, afectando gravemente la calidad de vida de la población local.
