La violencia generada por pandillas en Haití ha resultado en más de 2.400 muertes desde el comienzo del año, con 350 de estas siendo víctimas de linchamientos por parte de ciudadanos y grupos de vigilantes, según informó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Además de las muertes, se reportan 902 personas heridas y 951 secuestros en el mismo período.
La portavoz de la ONU destacó que la creciente ira contra la violencia de las pandillas ha llevado al aumento de movimientos de justicia popular y grupos de autodefensa, lo que a su vez ha incrementado la violencia. En los últimos meses, más de 350 personas, incluyendo presuntos pandilleros y un policía, han sido linchadas por vecinos y grupos de autodefensa.
Los barrios más afectados por la violencia son áreas estratégicas para las pandillas, que controlan una parte sustancial de la capital, Puerto Príncipe. Los delitos violentos, como secuestros por rescate, robos de vehículos, violaciones y robos a mano armada, son comunes en la región.
La violencia reciente ha provocado que alrededor de 5.000 personas hayan abandonado sus hogares en Puerto Príncipe en busca de seguridad. Además, la situación está comenzando a interrumpir la entrega de ayuda humanitaria en la región.
La comunidad internacional ha sido llamada a proporcionar un apoyo más robusto a las intervenciones humanitarias en Haití, especialmente aquellas lideradas por organizaciones locales que están tratando de abordar la creciente crisis humanitaria causada por la violencia de pandillas.
