El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha acordado por unanimidad extender las sanciones contra Haití por un año más, las cuales están en vigor desde octubre de 2022. Estas sanciones incluyen un embargo total de armas, congelación de activos y restricciones de viaje, y buscan reducir el poder de las bandas armadas que operan en el país, especialmente en su capital, Puerto Príncipe. La resolución para prolongar las sanciones fue presentada conjuntamente por Ecuador y Estados Unidos y fue respaldada por todos los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
A pesar de que Rusia y China, que suelen oponerse a las sanciones en otros casos debido a su impacto en las poblaciones civiles, esta vez han respaldado la continuación de estas medidas punitivas. La resolución no ha encontrado oposición, ya que el propio gobierno haitiano ha solicitado la extensión de las sanciones. El propósito de estas sanciones es limitar la influencia de bandas armadas ajenas al estado que controlan vastas zonas del país.
Es importante destacar que el embargo de armas no afecta a organizaciones de la ONU, la policía nacional ni las fuerzas armadas, especialmente en un momento en que se está fortaleciendo la policía haitiana con una misión multinacional de apoyo aprobada recientemente. La embajadora de Haití ante la ONU, Antonio Rodrigue, expresó su agradecimiento a los miembros del Consejo y consideró que esta extensión de las sanciones envía un mensaje claro a los grupos que desestabilizan Haití y ayudará a disminuir la inseguridad, allanando el camino para futuras elecciones.
Además de la extensión de las sanciones, un informe del Grupo de Expertos de la ONU señala que Haití sigue siendo afectado por la inseguridad, la violencia y el tráfico ilícito de armas, drogas y migrantes. La debilidad de las instituciones y los controles fronterizos deficientes permiten que los criminales, en particular los narcotraficantes, intensifiquen sus actividades. La crisis haitiana también tiene un impacto en la actividad criminal en la región, ya que la demanda y circulación de armas de fuego ilegales en el país fomenta el tráfico en República Dominicana y Jamaica.
El informe estima que en 2022, había aproximadamente 600,000 armas de fuego en circulación en Haití, en comparación con las 291,000 en 2018, la mayoría de las cuales se encontraban en posesión ilegal. Por último, Joseph Felix Badio, supuestamente involucrado en la planificación del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021, fue arrestado en Puerto Príncipe. Badio, un exagente de la Unidad Anticorrupción que fue destituido por graves faltas éticas, fue capturado en un supermercado de Pétion-ville, en la capital de Haití.
