Escenas desgarradoras se observan en esta frontera entre República Dominicana y Haití donde se percibe una asfixiante desesperación porque al país más pobre de América le llegue la ayuda, por cualquier vía.
Es la viva manifestación de la impotencia por la cruda realidad lo está viviendo el pueblo más desafortunado del hemisferio.
Los gritos de impotencia dejan salir la rabia que sienten aquellos a quienes no les interesan las protestas ni el vandalismo y lo único que quieren es vivir en paz.
La dramática situación de sobrevivir sin comida, medicamentos, combustibles, ni autoridades empuja a muchos a buscar culpables y hasta amenazan con alterar el orden en la República Dominicana si no asume la solución a sus precariedades.
La crisis económica, las pandillas criminales y la falta de suministro de combustibles en Haití fue calificada recientemente como una catástrofe humana, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fuente Noticias Telemicro
