El informe de la “Balanza de Pago de la Región” emitido por el Consejo Monetario Centroamericano revela que en el primer trimestre de 2023, la cuenta corriente de la balanza de pagos de República Dominicana registró un déficit de US$798 millones, lo que equivale al 2.6% del PIB. Esta cifra representa una disminución del 32.3% en comparación con el mismo período en 2022, cuando el déficit era del 4.5% del PIB.
El informe atribuye la reducción del déficit de la cuenta corriente principalmente a dos factores. Por un lado, se observó un aumento en los ingresos por turismo, que ascendieron a US$619.1 millones, representando un incremento del 29.1%. Por otro lado, las remesas familiares también aumentaron en US$85.1 millones, lo que equivale a un crecimiento del 3.6%.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones experimentaron una leve disminución de US$9.9 millones (-0.3%), mientras que las importaciones aumentaron en US$126.4 millones (1.8%) en comparación con el mismo período del año anterior. Dentro de las importaciones, las no petroleras tuvieron un incremento de US$189.9 millones (3.4%).
A nivel regional, en el primer trimestre de 2023, la cuenta corriente consolidada de Centroamérica y República Dominicana (CARD) mostró una mejora al pasar de un déficit del 3.4% del PIB regional en el mismo período de 2022 a un superávit del 0.7% (US$642.9 millones). Esta mejora se atribuye a un menor déficit en el comercio de bienes, debido a la contracción en el valor de las importaciones y al buen desempeño del turismo y la reducción de las importaciones de servicios de transporte en el balance de servicios.
A pesar de esta mejora, los pagos netos de ingreso primario aumentaron en un 8.1%, principalmente debido a la reinversión de utilidades de empresas de inversión directa. En cuanto a la cuenta de ingreso secundario, se registró un superávit de US$12,279.8 millones, donde destacan los ingresos por remesas familiares que alcanzaron los US$11,890.6 millones, un incremento del 10.7% en comparación con el mismo período en 2022. Esta subida se atribuye a las condiciones laborales favorables de los residentes centroamericanos en el exterior, especialmente en Estados Unidos.
