El Teleférico de Santiago, uno de los proyectos más recientes de transporte público en la ciudad, enfrenta una demanda mensual que está por debajo de su capacidad diaria. A pesar de haber sido diseñado para movilizar a miles de usuarios al día, el número de pasajeros que lo utilizan regularmente ha sido menor de lo esperado, lo que genera inquietudes sobre su viabilidad a largo plazo y la necesidad de incentivar su uso.
El sistema tiene la capacidad de transportar una cantidad significativa de pasajeros en un solo día, pero la afluencia actual no alcanza los niveles que justificarían su plena operatividad. Entre las posibles causas de esta baja demanda se encuentran la falta de conexión con otras rutas de transporte público, la desinformación sobre los beneficios del servicio, y hábitos de movilidad ya establecidos en la población que prefieren otros medios de transporte, como motocicletas o carros públicos.
Las autoridades locales están evaluando diversas estrategias para aumentar el uso del teleférico, como la integración más efectiva con otros sistemas de transporte, la promoción del servicio en la comunidad, y la posibilidad de ajustar las tarifas para hacerlo más accesible. Además, están considerando mejoras en la infraestructura alrededor de las estaciones para facilitar el acceso y fomentar su uso.
El proyecto, que ha sido parte de un esfuerzo por modernizar el transporte en Santiago, sigue siendo una promesa importante para mejorar la movilidad urbana, pero enfrenta el reto de adaptarse mejor a las necesidades y hábitos de los residentes de la ciudad.
