El Gobierno de Haití ha tomado la decisión de declarar un estado de emergencia y establecer un toque de queda que durará 72 horas en respuesta al reciente aumento de la violencia perpetrada por bandas criminales en el país. Esta medida, anunciada por el primer ministro interino Patrick Michel Boivert en ausencia del primer ministro Ariel Henry, estará en vigor desde las 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. en el departamento del Oeste, específicamente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe. Se ha eximido del toque de queda al personal de emergencia, bomberos, conductores de ambulancias y periodistas debidamente identificados.
La razón detrás de esta medida son los recientes actos de violencia desatados por bandas criminales, como la coalición liderada por Jimmy Cherizier ‘Barbecue’, conocida como ‘Vivir Juntos’, quienes han realizado ataques, incendios y saqueos en lugares públicos, lo que ha generado un desplazamiento masivo de la población en un intento por escapar de la violencia. Estas acciones han tenido un impacto significativo en la vida diaria, con la interrupción de actividades como las clases escolares y el funcionamiento del principal hospital público de la ciudad.
Uno de los episodios más preocupantes fue el asalto a la prisión principal de Puerto Príncipe, donde se produjo la fuga de 3,597 presos. Este suceso resultó en muertes y heridos entre el personal penitenciario y la policía. Aunque no se han proporcionado cifras exactas de víctimas, se estima que al menos 15 presos fueron asesinados durante los ataques. Además, se ha destacado la difícil situación de vida en la prisión civil de Puerto Príncipe, donde la mayoría de los internos están a la espera de juicio, incluidos los 17 colombianos detenidos por el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
En respuesta a la preocupación por la seguridad de los ciudadanos extranjeros detenidos, las autoridades colombianas han solicitado al Gobierno haitiano una especial protección para los nacionales colombianos privados de su libertad en Haití. Como resultado, se ha informado que los reclusos colombianos han sido trasladados a otras instalaciones. Estos acontecimientos han generado una creciente preocupación tanto a nivel nacional como internacional, destacando la necesidad urgente de abordar la crisis de seguridad en el país.
