Con el nivel de alerta roja para el Gran Santo Domingo debido al paso de la tormenta tropical Franklin, los efectos anticipados ya se hacen sentir en la región. Lluvias, fuertes ráfagas de viento y cielos nublados son parte de las primeras manifestaciones del fenómeno. Mientras las autoridades implementan medidas de mitigación y prevención, los ciudadanos también toman sus propias iniciativas para evitar daños, demostrando la acostumbrada resiliencia ante este tipo de situaciones.
En medio de la incertidumbre, algunos residentes optan por medidas improvisadas para proteger sus hogares y pertenencias. Por ejemplo, colocan lonas y tablas sobre los techos de zinc, utilizando objetos pesados como piedras y madera para evitar que el viento los levante. Para aquellos cuyas casas se inundan fácilmente, han adoptado prácticas como colocar barreras de concreto o hierro desde el suelo.
La señora Miledys, residente de Guachupita, ha vivido en el lugar durante décadas y se ha acostumbrado a enfrentar estos fenómenos. Asegura que cada vez que llueve, debe subirse al techo para asegurar su hogar con lonas y objetos pesados, con el objetivo de prevenir filtraciones y daños.
La alcaldía del Gran Santo Domingo ha activado comités de riesgo en respuesta a la tormenta Franklin. El alcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, ha tomado medidas preventivas y ha identificado áreas vulnerables, como la Villa Olímpica, Las Américas y diversos sectores cercanos a cañadas y ríos. En el Distrito Nacional, la alcaldesa Carolina Mejía ha desplegado brigadas para realizar trabajos de limpieza y mantenimiento en la ciudad.
A pesar de la incertidumbre, los residentes del Gran Santo Domingo demuestran una vez más su adaptabilidad y determinación al enfrentar las adversidades climáticas, tomando acciones para proteger sus hogares y comunidades ante la posible intensificación de los efectos de la tormenta.
