El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) ha anunciado que procederá a la incineración de una serie de útiles escolares que se encuentran dañados, los cuales tuvieron un costo aproximado de 100 millones de pesos. Los artículos, que incluyen mochilas, cuadernos y otros materiales escolares, resultaron inutilizables debido a diversos factores, como el mal almacenamiento y la exposición a condiciones climáticas adversas.
El director del Inabie explicó que la medida de incinerar estos útiles se tomó tras determinar que no podían ser redistribuidos a los estudiantes debido a su mal estado. Esta situación ha generado preocupación y críticas, ya que se trata de una importante cantidad de recursos públicos invertidos en materiales que no pudieron cumplir su propósito inicial.
Además de la quema de los artículos dañados, el Inabie se comprometió a mejorar sus procesos de almacenamiento y distribución para evitar que se repitan incidentes similares en el futuro. Esta situación ha levantado debates sobre la gestión de recursos en las instituciones públicas y la necesidad de asegurar que los fondos destinados a la educación se utilicen de manera eficiente y transparente.
El hecho de que estos útiles escolares no hayan llegado a los estudiantes plantea cuestionamientos sobre la supervisión y control de calidad en la adquisición y manejo de estos materiales, así como sobre la planificación en torno a su distribución oportuna.
