El presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez, planteó la posibilidad de cerrar la institución si los conflictos internos persisten sin solución. Durante un interrogatorio en la Cámara de Diputados el pasado 2 de junio, Ramírez expresó de manera contundente: “Si se mantienen las cosas como están, la Cámara de Cuentas debería ser cerrada”. Ante esta sorprendente sugerencia, algunos diputados presentes cuestionaron si era consciente de que la entrevista estaba siendo grabada, a lo que el presidente de la Cámara de Cuentas afirmó que sí y reafirmó su propuesta de cierre de manera responsable.
Ramírez explicó que la falta de armonía dentro de la institución puede resolverse, pero considera fundamental contar con profesionales capacitados para resolver conflictos y garantizar el cumplimiento de la ley. Durante su gestión, el presidente ha estado en silencio durante años, esperando y buscando ayuda para lograr un acuerdo con los demás miembros titulares, con los que no ha logrado establecer un trabajo efectivo en la institución.
En el interrogatorio, Ramírez reveló que ha buscado apoyo en diferentes niveles y sectores, incluso en ámbitos religiosos. En una reunión con un alto dirigente religioso, se le insinuó que los escándalos en la Cámara de Cuentas podrían estar relacionados con lineamientos políticos.
Durante el encuentro con los diputados, los miembros titulares Elsa Catano, Tomasina Tolentino, Elsa Peña y Mario Fernández también mostraron disposición para una posible conciliación, siempre bajo la supervisión de un intermediario.
En la misma entrevista, Ramírez reveló que una encuesta de autoevaluación realizada en la entidad reveló que solo se cumplieron el 48 por ciento de las normas de auditoría, en comparación con el 65 por ciento de la gestión anterior.
