Más de doscientos “influencers” fueron acreditados por primera vez con acceso y beneficios especiales para cubrir la Convención Nacional Demócrata en Chicago, marcando un cambio en la forma en que se difunde la política, especialmente entre los jóvenes. Esta iniciativa busca conectar con una audiencia más joven, aprovechando el alcance masivo de estos creadores de contenido en plataformas como TikTok e Instagram.
Los “influencers” recibieron credenciales que les otorgan privilegios exclusivos, incluyendo acceso directo a portavoces, salas privadas con comida y bebidas, y zonas preferenciales para grabar cerca de los principales eventos de la convención. Además, se les proporcionaron teléfonos de repuesto para garantizar que sus publicaciones en redes sociales no se vean interrumpidas durante los cuatro días del evento.
Esta estrategia ha sido vista como un intento de la convención demócrata por adaptar su mensaje a las nuevas formas de consumo de información, donde las redes sociales juegan un papel central. Carlos Eduardo Espina, un creador de contenido especializado en temas de inmigración con más de 10 millones de seguidores en TikTok, destacó la importancia de su papel en mantener al público informado. A pesar de su influencia, Espina señaló que, aunque fue invitado por la Casa Blanca para discutir temas de inmigración, no había sido contactado directamente por la campaña de Kamala Harris, quien será oficialmente nominada como candidata presidencial en la convención.
Sin embargo, la inclusión de “influencers” en un evento político de esta magnitud no ha estado exenta de controversia. Los medios tradicionales han expresado críticas, argumentando que este enfoque podría restar seriedad al proceso político y desplazar el periodismo tradicional. A pesar de las críticas, esta decisión subraya la creciente importancia de las redes sociales y los creadores de contenido en la política moderna, reflejando un cambio en la forma en que los partidos políticos buscan llegar a los votantes más jóvenes.
