En una sesión poco habitual en la Cámara de Diputados, los parlamentarios decidieron, con mayoría de votos, aprobar rápidamente el proyecto del nuevo Código Penal sin leerlo ni estudiarlo, apenas una semana después de su aprobación en segunda lectura por parte del Senado.
El presidente de la Cámara Baja, Alfredo Pacheco, impulsó esta medida argumentando que el proyecto había estado pendiente durante casi cuatro años debido a diferencias ideológicas entre los congresistas. Propuso una moción que fue aceptada por la mayoría, liberando al proyecto de lectura, aprobándolo en primera lectura y enviándolo a una comisión especial para revisión.
En la sesión participaron 135 diputados, con 100 votos a favor del Código Penal, nueve en contra y 26 abstenciones. Entre los que votaron en contra se encontraban legisladores de varios partidos, mientras que los voceros de los principales partidos respaldaron la iniciativa, incluidos representantes del PRM, Fuerza del Pueblo, PLD, PRSC y PRD, así como el bufete directivo de la Cámara compuesto mayoritariamente por legisladores del PRM.
