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Se insta a reducir los incentivos fiscales a proyectos de energía renovable como parte de un llamado a revisar políticas energéticas

Las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) están enfrentando una serie de desafíos, que van desde el deterioro de las redes hasta el hurto del servicio y dificultades en la facturación. Además de estos problemas, un estudio indica que están incurriendo en un déficit debido a la creciente adopción de sistemas individuales de generación de energía renovable, especialmente paneles solares, lo que ha representado un costo de 300.4 millones de dólares en los últimos cinco años.

Recientemente, economistas como Magín Díaz y Jerónimo Roca han debatido sobre el impacto financiero de esta tendencia en las finanzas públicas. Argumentan que, en términos de costo-beneficio, la instalación de estos paneles solares tiene un efecto “claramente negativo” para el Estado. Según un informe presentado por estos expertos, el costo económico de tener aproximadamente 13,000 usuarios conectados al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado y generando su propia energía a través de paneles solares y vendiendo el excedente a las distribuidoras ascendió a 89.1 millones de dólares en 2023, equivalente a 4,990.4 millones de pesos dominicanos.

El gasto tributario asociado a los incentivos otorgados durante casi una década se estima en 250 millones de dólares, lo que equivale a un promedio de 25 millones de dólares por año. Ante esta situación, se recomienda revisar un nuevo reglamento para la aprobación, interconexión y operación de instalaciones de generación distribuida de energía, con el objetivo de reducir los incentivos fiscales que se otorgan a las personas, industrias y comercios que utilizan esta tecnología.

La discusión sobre este tema también aborda el retorno de las inversiones a corto plazo. Los economistas señalan que, si bien los costos de instalación de paneles solares han disminuido considerablemente en la última década, el tiempo de recuperación de la inversión para quienes se benefician de los incentivos vigentes es de aproximadamente 2.5 años. Sin embargo, si se elimina el crédito en el impuesto sobre la renta, este tiempo aumentaría a 4.2 años. A pesar de este cambio, estiman que no afectaría significativamente la rentabilidad de las inversiones.

En resumen, se destaca que los incentivos fiscales otorgados a los paneles solares son costosos para el Gobierno y ya no son pertinentes, según el documento presentado. La Asociación para el Fomento de las Energías Renovables (Asofer) está evaluando el informe técnico sobre este tema para emitir su opinión al respecto.

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